Hay tantas cosas pequeñas que sólo requieren de un segundo de nuestro tiempo para disfrutarlas... Sin embargo, las pisoteamos con nuestras botas de caminar leguas, en nuestro viaje a la nada.
Y si venimos de la nada, ¿porqué tanto empeño en volver a ella? Paseante, desnudamos nuestros pies y pisamos la arena?
Ni venimos, ni vamos: viene ella.Mientras, la tregua.
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3 comentarios:
Hay tantas cosas pequeñas que sólo requieren de un segundo de nuestro tiempo para disfrutarlas... Sin embargo, las pisoteamos con nuestras botas de caminar leguas, en nuestro viaje a la nada.
Y si venimos de la nada, ¿porqué tanto empeño en volver a ella? Paseante, desnudamos nuestros pies y pisamos la arena?
Ni venimos, ni vamos: viene ella.
Mientras, la tregua.
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